Martes 19 de Marzo del 2024

  • Sineace trabaja proyecto adaptando experiencias positivas de otros países latinoamericanos.

La norma de competencias para certificar al personal que atiende a las víctimas de la violencia de género a fin de garantizar un trato adecuado a las mujeres que deciden denunciar el maltrato sufrido, será elaborada próximamente por el Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa (Sineace), informó Gabriela Arrieta Clavijo, directora de Evaluación y Certificación de Educación Básica y Técnico Productiva de dicho organismo técnico especializado.

Para este efecto, dijo, se coordinará con el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (Mimp) la elaboración de una normativa pertinente, desde el ámbito de su competencia, con la perspectiva de que se contraten a personas certificadas que sepan atender los casos de violencia de género desde el momento inicial.

Según explicó Arrieta Clavijo, muchas veces cuando la mujer agredida acude a hacer su denuncia en la comisaría y no la escuchan o no le hacen caso, pues “la mirada machista sugiere que ella es la culpable o provocadora de su maltrato, cuando en realidad es la víctima”.

Cabe indicar que el proyecto que se diseñará recogerá experiencias similares desarrolladas en otros países latinoamericanos, como México o Bolivia, donde también los índices de feminicidios y de agresiones a mujeres son alarmantes.

Uno de ellos es el programa de “Certificación en la atención a víctimas de violencia de género”, efectuado por el Grupo Valuati S. C. de México, con el cual se homologó el protocolo de atención de aquellas personas que tienen contacto inicial, de forma presencial o telefónica, con las víctimas de violencia de género.

Así se capacitó al personal sobre estrategias que les permitieron dar una respuesta asertiva a las víctimas, regida por los principios de legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo, honradez, lealtad y respeto a los derechos humanos. Según sus reportes, del 2011 al 2016 se registró una disminución en la prevalencia de violencia en las mujeres.

Este tipo de certificación enfatiza en la respuesta asertiva que se da a la víctima de violencia de género, respetando todos sus derechos sin revictimizarla, desarrollando una escucha activa  sin prejuicios, brindándole asesoría para la recopilación y conservación de pruebas y evidencias así como canalizarla apropiadamente y dar seguimiento a su proceso.

De otro lado, en Bolivia se ha trabajado una estrategia con el apoyo de la cooperación Suiza. Al respecto, Eliana Arauco, funcionaria de dicha organización, explicó que el proyecto lleva más de diez años en ejecución y enfatiza en la formación técnico profesional, favoreciendo el acceso, la equidad y la calidad de la capacitación en poblaciones vulnerables. “Entendemos que la formación técnica favorece la empleabilidad y el mejoramiento de la calidad de vida de las personas”, apuntó tras indicar que el “empoderamiento económico de las mujeres es un aspecto fundamental para revertir condiciones como la dependencia y la violencia”.

Desde su análisis, manifestó que muchas mujeres se quedan atrapadas en la violencia por no tener recursos o por no tener una autonomía económica. “Consideramos que la formación técnica es una puerta que permite revertir todas estas desigualdades”, subrayó.

La clave del proyecto estuvo en la formación de los docentes, para que ellos puedan desarrollar acciones orientadas a la equidad a fin de revertir las desigualdades. “Creo que el enfoque de competencias que se está promoviendo en la región latinoamericana nos muestra que lo importante es que una persona sea competente, independientemente del sexo que tenga para realizar una ocupación”, finalizó.